Por el compañero Cesar Bertucci
Al escuchar los reclamos de la gente que se movilizó de a miles
anoche, mi primera impresión fue la de asociarla a las marchas de
Blumberg. Sin embargo, a este componente se le sumaron además reclamos
de desregulación y desincumbencia del estado, principalmente en el
sector exportaciones importaciones y (ahí hay concidencias con las
movilizaciones del no-ingeniero) que sólo se limite a proveer
seguridad y controlar la inmigración. No vi pobres, no vi inmigrantes,
al menos en los paneos de las cámaras, y más bien clase media, y media
alta.
Más alla de las utopías que cada uno tiene, me parece que el
componente de la sociedad argentina que ayer se manifestó va a estar
siempre en mayor o menor medida y sería bueno que encuentren un
partido de pertenencia.
Pensando en esa ausencia de partido que los aglutine, intenté prestar
atención a los reclamos y ver qué votan personas con esos valores en otros
lados. Me da la impresión que estos grupos estarian representados por
un partido que lleve adelante valores como la desregulacion de la
economía, la importación libre de artículos, el acceso a bienes
disponibles en el mercado global (de multinacionales afincadas en
China) sin restricciones, la presencia represiva del estado 'cuidando'
a los ciudadanos e impidiendo la inmigración proveniente de los paises
pobres, y que conciba a la discusión política como un elemento de
desunión nacional, pues entiende que mejor se vive cuando menos se
mete la política en las vidas de las personas.
Entonces se me vinieron a la mente dos partidos como el republicano
norteamericano o el conservador ingles, que consideran que toda
injerencia del estado es nociva al desenvolvimiento econonómico
individual. Sin embargo, en el caso argentino no existe un claro
componente industrialista/armamentista, sino que mas bien se
identifica con la producción de bienes primarios de poco valor
agregado y ganancias a través de rentas poco productivas y de
inversión mínima (las famosas elites coloniales). Por el resto, me
parece que hay semejanzas: menos restricciones, menos impuestos, menos
estado, salvo para protegernos de inmigrantes y pobres con más
represión, con penas más duras, con más cárceles. Con esta gente,
habría un gran partido de derecha, pero bueno, el individualismo es
tan grande que los intentos de aglutinarse no funcionan y son ahora
las corporaciones las que claman porque se pongan de acuerdo y se
pongan al frente de la muchedumbre que le movilizaron a través de las
pantallas y las redes sociales.
Queda al gobierno saber entender qué representan estas
manifestaciones. Si quiere que la quita de privilegios a estas clases
que se manifestaron tenga un correlato en el aumento del bienestar de
los más pobres, a los que las clases medias altas consideran una masa
que vota a cambio de prebendas populistas y a los que el gobierno
considera su principal capital electoral, tiene que haber claras
muestras de un cambio real en la distribución del ingreso. Los números
indican que queda un núcleo de pobreza y desempleo que no disminuye, y
las grandes empresas ganan mucho más que antes. Cuando uno ve eso, no
sabe de qué se quejan los que se quejaron ayer ni sabe por qué el
gobierno no mejora el reparto de la torta. De estas dos cosas, me
importa ayudar a que se cumpla la segunda.
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