Han
pasado 3 años desde la aprobación de la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual (LSCA) y desde distintos sectores de la
sociedad cordobesa entendemos que el momento histórico exige volver
a reencontrarnos en un espacio común que reúna los innumerables
trabajos y experiencias de la comunicación que desde la sanción de
la ley se vienen realizando con sistematicidad en nuestro territorio.
Sentimos la necesidad de seguir avanzando con fuerza en la discusión
por la democratización de los micrófonos, de las cámaras, de la
palabra, y creemos que la única manera de hacerlo es con
organización y un funcionamiento colectivo coordinado.
La
fecha tope impuesta por la justicia para la plena aplicación de la
ley, el 7 de Diciembre (7D), volvió a ubicar en el centro del debate
público los intereses en disputa en torno a la comunicación que
tenemos, y la que queremos para nuestro país. Esta problemática no
se asienta en el falso dilema “oficialismo-antioficialismo”, como
algunos grupos se preocupan en instalar, sino que muy por el
contrario, la disyuntiva reside en si se está a favor –o no– de
la democratización de la comunicación y la información. Eso
requiere que todos aquellos que bregamos por la multiplicidad de
voces, la pluralidad y la diversidad, reafirmemos la necesidad del
inmediato e imprescindible cumplimiento de la cláusula de adecuación
expresada en el Art. 161 por parte del monopolio Clarín, así como
la continuidad de políticas públicas y acciones desarrolladas por
la sociedad civil para que el espíritu democratizador de la LSCA se
realice plenamente.
En Córdoba
La
ruptura del discurso hegemónico que provocó el debate sobre la ley,
en el cual se desnudó la impresionante concentración mediática -y
por ende de la palabra- de unos pocos grupos económicos, que
construían un mensaje monolítico portador de enorme legitimidad, no
generó el mismo cimbronazo en la sociedad cordobesa. Por esta razón,
creemos que es de suma importancia visibilizar el valor de la LSCA, y
sus directas consecuencias en cuanto a la apertura de nuevos medios,
el fomento de las producciones regionales, los programas de
participación ciudadana, y la creación de una gran cantidad de
nuevos contenidos que son difundidos a lo largo y a lo ancho de toda
la Argentina. Queremos contar desde nuestras herramientas de
comunicación, qué pasa en Córdoba, que problemáticas tenemos en
nuestros barrios, en nuestros pueblos, en nuestras ciudades; queremos
darle vigor a un discurso y relato propio, más inclusivo, más
amplio, que recupere la riqueza de nuestra cultura popular.
No
somos ajenos a las grandes dificultades que tiene esta tarea en
Córdoba, nos topamos cotidianamente con ellas. Existe un factor que
vuelve enrevesada la disputa de sentido en la provincia: el fuerte
acuerdo que mantienen las estructuras políticas más consolidadas
(el PJ y la UCR, que gobiernan la Provincia y la Capital
respectivamente) con los grupos mediáticos y económicos
concentrados de Córdoba. Esa alianza ha generado una verdadera
muralla informativa que rara vez incluye a los sectores más
vulnerables, a los trabajadores, a lo público, lo comunitario, o lo
alternativo. En sentido opuesto, su práctica comunicacional ha
tendido siempre a invisibilizarlos, deslegitimarlos, e incluso, a
criminalizarlos; como así también a oficiar de defensores del orden
establecido. Esta situación ha generado una impermeabilidad al
discurso de los medios dominantes de esta región referenciados en La
Voz del Interior del Grupo Clarín, -que además posee el diario Día
a Día, Radio Mitre Córdoba, Radio Mía y Canal 12- y Cadena 3 de
Radiodifusora Mediterránea, a la que se le suman 24 repetidoras en
todo el país, Radio Popular, Radio Sucesos y FM 100.5, y a las
constantes manipulaciones de la información que estos hacen sobre
las conflictos sociales que suceden en Córdoba.
Por
todo ello, hoy nos encontramos unidos, para fortalecer un espacio
común con medios, productores, periodistas, programas de
investigación, entidades educativas, sindicatos, organizaciones
sociales, estudiantiles, de derechos humanos, cooperativas, distintas
ramas de profesionales, y muchos más; para trabajar codo a codo en
la aplicación efectiva de esta ley, que busca incluir a nuevos
actores históricamente excluidos del espectro radioeléctrico, que
encuentran en la comunicación una herramienta de transformación, de
organización, y de vinculación directa con sus comunidades, con sus
pares. Estamos convencidos de que es un momento histórico único en
el que es posible avanzar en procesos que democraticen nuestra
sociedad y la vuelvan cada día más igualitaria, con un profundo
respeto a la pluralidad y la diversidad.
Por
una comunicación democrática, plural y diversa,
El
7 de Diciembre ¡Todos dentro de la Ley!
COALICIÓN
POR UNA RADIODIFUSIÓN DEMOCRÁTICA CÓRDOBA
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