El fallo de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación sobre Aborto No Punible es, quizá, uno de los más
progresistas que hayan salido alguna vez del Poder Judicial. Muchas
jurisdicciones han hecho adaptaciones, protocolos, guías para dar cumplimiento
a la nueva letra que rige, desde marzo de este año, sobre un derecho que niñas,
adolescentes y mujeres tenemos desde 1921.
El gobierno de Mauricio
Macri, a través de su ministro de Salud, el Dr. Lemus, ha conseguido retroceder
décadas con un protocolo restrictivo, revictimizante, burocrático y, en líneas
generales, vejatorio y conservador. Aunque no sorprende del todo para quienes
venimos siguiendo las políticas en materia de salud sexual y reproductiva de la
gestión del Pro en la CABA (y de su bloque legislativo).
El protocolo de ANP se suma
a la paupérrima distribución gratuita de anticonceptivos -preservativos y
anticonceptivos hormonales y de emergencia-, a la casi inexistente circulación
de información sobre prevención de infecciones de transmisión sexual y
embarazos no deseados; al bajo presupuesto otorgado al Hospital Muñiz, que
desde hace años atiende a pacientes que viven con VIH/SIDA. Se suma a la nula
existencia de campañas que tiendan a prevenir y erradicar la violencia contra
las mujeres en todas sus formas (sostener gracias al esfuerzo de equipos de
trabajo del 0800-Mujer no es cumplir con la ley), al bajísimo presupuesto con
que cuentan los refugios para mujeres víctimas de violencia, a la pésima
administración que hace del Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes
y a la inaplicación del Plan de Igualdad Real de Oportunidades y de Trato entre
Mujeres y Varones. Y la lista, lamentablemente, sigue.
Desde hace años que en la
Legislatura, el bloque del Pro obstaculiza la discusión de proyectos de Aborto
No Punible, con distintos argumentos, estrategias y alianzas. Esta semana, sin
embargo, fue más allá. No solamente quiso dar por terminada la discusión en el
ámbito parlamentario, sino que, protocolo mediante, retrocedió décadas enteras
en el derecho de las mujeres a la salud, a vivir una vida libre de violencia y
en plenitud.
Desde La Colectiva no
consideramos a lo garantizado por el artículo 86 del Código Penal como la
respuesta a los embarazos no deseados que terminan en un aborto por minuto en
Argentina. Creemos que la única manera de conseguir que las mujeres nos
libremos de la maternidad forzada es mediante la legalización, la gratuitad y
la desestigmatización del aborto, acompañadas con educación sexual integral
libre de prejuicios.
Sin embargo tenemos la certeza de que la CABA debe dar
cumplimiento a la ley, a los tratados internacionales, a las recomendaciones de
organismos internacionales y que debe y puede dar un paso atrás con este
protocolo vejatorio de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres.
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